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Triunfó el estado de derecho con la no reelección de Uribe



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La noticia más esperada del último año en Colombia, se conoció por fin el pasado viernes: Una abrumadora mayoría, 7 de los 9 magistrados de la Corte Constitucional, hundió el referendo que hubiera permitido al presidente Álvaro Uribe aspirar a una segunda reelección. Pese a que en los últimos días, algunas fuentes del alto tribunal habían filtrado información según la cual, triunfaría la ponencia negativa que frente al tema había expuesto el magistrado Humberto Sierra Porto, todas las cábalas eran impredecibles hasta el pronunciamiento oficial. Es más, el viernes en la mañana se vio al secretario jurídico de la Presidencia, Edmundo del Castillo, en los pasillos de la Sala Plena, un hecho que se interpretó como una jugada para intentar cambiar algunos votos de los magistrados. Pero finalmente el estado de derecho triunfó sobre el estado de opinión del que hiciera eco Uribe, para significar que eran las mayorías quienes aclamaban de él un tercer mandato y por eso era inevitable aprobar el proyecto.

No obstante, la Corte encontró como insalvables algunos vicios que sucedieron durante el trámite para convocarlo: La financiación de la recolección de firmas para la consulta, la discusión del tema en el legislativo sin contar con el aval de la Registraduría para el trámite; el cambio de la pregunta durante las plenarias, pues a la gente se le pidió en la calle apoyo para la reelección de Uribe en 2014; el transfuguismo de cinco congresistas de Cambio Radical que se fueron a la U para votar la conciliación del referendo; y la forma como se convocaron las sesiones extras en el legislativo en diciembre de 2008.

Una ponencia de 437 páginas dio fin a los sueños reeleccionistas de un presidente que movió toda la maquinaria para quedarse en el poder y que, resignado, se reunió el mismo sábado con dos candidatos que no sólo pretenden encarnar su legado de la seguridad democrática y la confianza inversionista, sino que en una segunda vuelta harían una coalición para que éste no se pierda: Andrés Felipe Arias y Juan Manuel Santos.

Arias, graciosamente apodado Uribito por imitar fielmente al presidente en formas y modos, se medirá en una consulta interna del partido Conservador el próximo 14 de marzo para saber si será el candidato oficial de ese partido. Uribito tiene una dura pelea con la otra aspirante y ex embajadora en el Reino Unido, Noemí Sanín, quien ha aclarado que no hará coaliciones y que luchará sola hasta el final. La opinión le está cobrando duro a Arias el escándalo del programa Agro Ingreso Seguro, con el cual el otrora ministro entregaba subsidios del campo a ricos y reinas. Es más, en una encuesta conocida hoy, Arias sólo cuenta con un 6 por ciento de intención de voto entre el electorado.

Santos por su parte, ex ministro de Defensa e hijo de una de las familias más poderosas de Colombia que hoy es dueña del periódico el Tiempo, lanzó el mismo viernes su candidatura luego de tener su campaña congelada por meses, y prometió que replicaría la obra de Uribe. Santos lidera la preferencia de los colombianos con un 23 por ciento de intención de voto, según la misma encuesta, que debido al margen de error, lo único que vaticina seriamente es que habrá una segunda vuelta el 20 de junio. Mecanismo que, dicho sea de paso, no se usa en el país hace doce años pues Uribe siempre ganó con mayorías simples en las urnas.

La competencia inédita que se avecina los siguientes meses en Colombia, tiene otros candidatos fuertes en la baraja: Sergio Fajardo, Gustavo Petro, Rafael Pardo, Germán Vargas Lleras, y quien resulte triunfador de otra de las consultas internas: La del partido Verde Oxígeno en la que se medirán tres ex alcaldes de Bogotá, Lucho Garzón, Enrique Peñalosa y Antanas Mockus.

Las consecuencias del fallo

Una de las mayores conclusiones del fallo de la Corte Constitucional, leído por su presidente, el magistrado Mauricio González ante un público vitoreante, es que en Colombia sí hay instituciones sólidas que fallan en derecho. Pese a que siempre se especuló que la bancada uribista haría lo imposible para mantener a su líder en el poder, incluido un descabellado cambio de fechas electorales para que alcanzara a inscribirse como candidato, el desespero por el poder los hizo cometer varios errores.

Los índices de popularidad del presidente le habrían dejado un camino expedito para reelegirse, sin necesidad de que el proyecto estuviera tan viciado constitucionalmente. El resultado no obstante, permite que se siga viendo a Colombia como un país democrático que sigue la senda de los gobiernos de Chile y Brasil, cuyos líderes Michelle Bachelet y Luiz Inácio Lula da Silva ceden el puesto a pesar de sus buenos gobiernos. Esto también hace que Uribe logre limpiarse de la imagen de caudillista, con la que le comparaban con el mismo Hugo Chávez, quien por ahora regirá los destinos de Venezuela hasta 2013, pero quiere quedarse hasta 2030.

Las reacciones entre dirigentes y ciudadanos son tan divergentes como polarizado está el país, pero aunque algunos manifestaron la sensación de orfandad, fruto del paternalismo que encarnaba Uribe, cierto es que hay un respiro entre la opinión pública pues las reglas electorales quedaron finalmente claras.

La pregunta es, qué viene para Uribe. Si se retirará de la política o si ejercerá eventualmente algún cargo público, local o regional, ya que en virtud del fallo no podrá volver a la presidencia ni en 2014. Si su sucesor es un uribista ¿Se convertirá en el poder detrás del trono?

¿Qué temas prioritarios alcanzará a resolver en sus cortos cuatro meses de gobierno? La coyuntura en el frente exterior no es fácil, pues es improbable que se destrabe el tratado de libre comercio con los Estados Unidos, o se compongan las relaciones con Venezuela y Ecuador, gobiernos que tampoco serían muy amigos de un Juan Manuel Santos presidente. En el frente interior, la emergencia de salud, la política social, la inseguridad ciudadana y las nuevas bandas emergentes que reemplazaron a los paramilitares, serán seguramente las tareas pendientes para el mandatario entrante.

*Jenny Manrique es una bloguera que contribuye a americasquarterly.org. Es periodista Colombiana y fellow de la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF) y del Dart Center for Journalism & Trauma.

ABOUT THE AUTHOR

Jenny Manrique es una bloguera contribuidora para AQ Online. Ella es una periodista colombiana que ha escrito para medios como Semana, Votebien.com, El Espectador, Latinamerican Press y Folha de São Paulo. Actualmente trabaja como periodista freelance. Su cuenta de Twitter es: @JennyManriqueC.

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