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El valiente esfuerzo de Luiza Trajano para combatir la violencia de género

Uno de los minoristas más grandes de Brasil lanzó un programa audaz para ayudar a víctimas - clientas y empleadas.
Luiza Helena Trajano, Presidenta de la Junta Directiva de Magazine Luiza.Rodrigo Capote/Bloomberg
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Este artículo fue adaptado del reportaje especial de AQ sobre cómo cerrar la brecha de género | Ler em português | Read in English

En 2017, Luiza Trajano, una empresaria que transformó un pequeño negocio familiar de una pequeña ciudad en la Magazine Luiza, una de las mayores tiendas minoristas de Brasil, recibió un terrible mensaje de parte de su equipo: la gerente de una tienda había sido apuñalada hasta la muerte por su antigua pareja, mientras su hijo de ocho años dormía en el dormitorio. “Me dolió, y pensé: ¿podría haber hecho algo? Y me comprometí a que su muerte no sería en vano”.

Trajano ya era una defensora de los derechos de la mujer. Cuatro años antes, había fundado una organización apartidista, el Grupo Mulheres do Brasil, para fomentar iniciativas que apoyaran la igualdad de derechos y la lucha contra la violencia doméstica. “Había participado en debates y paneles, pensaba que era un tema increíblemente importante, pero nunca lo había sentido como algo tan cercano a casa”, dijo Trajano a AQ.

A los pocos días del feminicidio, su empresa había reunido un grupo asesor de empleados —un comité con abogados, fiscales y organizaciones no gubernamentales que trabajan en este campo—. Magazine Luiza también lanzó el Canal Mulher (Canal Mujer), una línea telefónica interna para empleados, con personal capacitado listo para activar un sistema de apoyo, incluyendo el acceso a profesionales de salud mental, autoridades o apoyo legal —e incluso la reubicación cuando fuera necesario.

Conseguir la aprobación del personal era indispensable si Canal Mulher iba a funcionar. “Al día siguiente de haber creado esta línea telefónica, yo estaba en TV Luiza (el canal interno en vivo de la compañía) hablando con todo el personal, como lo hago semanalmente. Y pedí a los empleados varones a que nos ayudaran. La respuesta fue increíble”, contó Trajano. “Recibimos llamadas de los colegas de las víctimas, porque saben que no los presionaremos para que salgan a la luz pública ni nada, sólo los protegeremos”.

Desde su lanzamiento en 2017, el Canal Mulher ha brindado apoyo a 420 mujeres, logrando sacarlas del peligro. “Tuvimos que trasladar a una empleada a otro estado en medio de la noche”, dijo Trajano. El siguiente paso era averiguar lo que los empleados sabían sobre el acoso. A los líderes y gerentes a lo largo de toda Magazine Luiza se les pidió que se reunieran con sus equipos y les hicieran preguntas directas: qué pensaban que era el acoso, cómo se sentían al respecto, qué tipo de lugar de trabajo les gustaría tener.

Reunieron 18,000 respuestas que luego se registraron en un informe realizado por un proveedor de investigación y se convirtieron en la base para la capacitación del personal.

“Un hallazgo importante fue que era muy común llamar (al acoso) una broma o ‘sólo estar jugando’”, comentó Trajano. “Y les preguntábamos, ¿qué pasaría si fuera su hija?”

La pandemia aceleró el alcance del proyecto con Magazine Luiza aumentando su cobertura para ayudar a los clientes viviendo en hogares abusivos. La aplicación de la empresa, que cuenta con 26 millones de usuarios registrados, tiene un botón que permite a las usuarias llamar a la línea directa de la policía de Brasil mientras fingen estar comprando en línea. Trajano afirmó que el simple hecho de que una empresa tenga una política clara ya puede ser un elemento disuasorio del comportamiento criminal. “Tuvimos casos concretos de hombres que aparecieron en tiendas para acosar a su pareja, pero ahora han desaparecido.” Y el acoso, dentro o fuera del trabajo, es causa de despido inmediato de los empleados, algo que Trajano llamó “no negociable”.

Si bien se necesita legislación, políticas públicas y aplicación de la ley para combatir y castigar la violencia doméstica, la experiencia de Trajano demuestra que el sector privado puede desempeñar un papel fundamental. Y ella quiere que los demás altos directivos tomen medidas.

“No cuesta mucho mantener un sistema. Sentí que tenía que llamar a mis colegas directivos y mostrarles la importancia de que una empresa tenga una herramienta interna.” Y lo hizo, pero lo mantuvo como una sorpresa. Se enviaron invitaciones a 200 CEOs para una visita guiada a LuizaLabs, el brazo de innovación digital de la compañía. “Todos quieren ver el laboratorio”, apuntó Trajano sonriendo.

“Los invité a desayunar, pero también hubo regalos”, explicó Trajano. El comité formado para desarrollar iniciativas de acción había elaborado un manual con cinco pasos que las empresas podían adoptar para proteger a sus empleadas. Cada CEO recibió una copia del manual, y una conferencia de Maria da Penha, una superviviente en honor a quien se le dio su nombre a la ley de violencia doméstica de Brasil. “Pero también les mostré el laboratorio”, dijo Trajano riéndose.

Trajano afirmó que la adopción de medidas no sólo es una cuestión humanitaria, sino que también mejora el entorno de trabajo de hombres y mujeres, y también ayuda a mejorar la relación con los clientes. “Especialmente desde la pandemia, la gente está buscando empresas que sean socialmente responsables”, dijo. “Y nosotros estamos dispuestos a ayudar”, ofreció Trajano. “Hemos ayudado a muchas otras compañías en Brasil a construir su sistema. Todos tenemos responsabilidad en esto.”

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Tornaghi is managing editor at AQ and senior director for policy at Americas Society/Council of the Americas


Tags: Brazil, Gender Equality, Gender violence
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